Demasiadas veces en la vida comenzamos a poner parches sobre lo que somos, y sentimos.
«Quiero estar motivad@, alegre, no sentir X cuando me pasa Y»
La fantasía inunda nuestras mentes, jugando a vivir una vida que no es la nuestra, a ser personas que en realidad no somos y sentir cosas…. que ni se acercan a nuestra verdadera realidad.
Pensamos que vivimos, pero en realidad vivimos pensando.
Fantaseando….
Pero la vida es corta, y no conviene perderse mucho tiempo por esos caminos de la fantasía, ya que corremos el riesgo de olvidar el sendero para volver a casa. A lo que de verdad somos, nos guste o no. Al vacío existencial que experimenta ese ser que con coraje y valentía se atreve a vivir, esta vida algunas veces amarga, otras caprichosa y algunas más alegre y compasiva.
Sólo el que se atreve a vivir por dentro y por fuera lo QUE ES EN ESE MOMENTO, podrá saberse el protagonista de esta gran obra, que es la vida.
Se experimenta con el cuerpo, con los sentidos… Todo lo demás, incluso una hermosa visualización es producto de tu mente.
Te invito a ponerte el traje de la autenticidad y coraje, y salir a vivir la vida que te ha tocado vivir, ese camino que es sólo tuyo. Y experimentarlo con todas sus consecuencias, y emociones. No se puede vivir a medias, sólo por evitar sentir algunas sensaciones como el miedo, la tristeza. Vivir implica asumir todo lo que es, y lo que está sucediendo dentro y fuera de nosotros.
A veces con alegrías, otras con dolor, cansancio. Pero siempre andando…