Esta semana, haciendo el cambio de ropa de temporada me he reencontrado con una vieja libreta donde cada final de año escribo mi lista de deseos. Ha sido un ejercicio de «línea de la vida» muy conocido en Coaching.
Mucho de esos deseos se han cumplido, otros, convertidos en objetivos y logrados. también están los que dejaron de tener sentido para mí a lo largo del camino, y lo que aún no se han conseguido.
Y hay uno, que no solo he conseguido sino que sigo manteniendo con los años, es uno de los pilares de mi vida, de donde surge muchas veces mi motivación, es donde me entrego a la vida como una niña. Y ese objetivo, es el «mantener un equilibrio entre mi vida personal, familiar y profesional».
Esta semana al sacar un bolígrafo del bolso en una sesión, éste salio junto a un león de mi hijo, sonreí algo ruborizada y luego continué con la sesión con mi clienta. Y esta tarde al llenar mi bañera además de espuma, flotaban en el agua autobuses de juguete, muñecos y cocinas, volví a sentirme afortunada.
Estoy viviendo uno de los grandes sueños de mi vida. Disfrutar de mi familia a la vez que mi trabajo!
Felicidades Silvia!!!!!