
Estoy cerrando las últimas sesiones con cada participante del programa Construye un sueño. Diseña tu futuro.
Antes de cada sesión fui leyendo los apuntes sobre los sueños y aspiraciones de cada alumno en nuestra primera entrevista en marzo. Y es muy emotivo ver cómo cada persona brilla más y mejor, se conoce mejor y a aprendido a reconducir sus comportamientos automáticos.
Juntos hicimos balance sobre lo que venían buscando… que siempre estuvo dentro de ellos y ahora conocen un poco más: su potencial.
Decidirse por hacer un proceso de Coaching, es atreverse a ver la vida con otras gafas, abrirse a otras maneras de reaccionar ante las circunstancias. Es querer conocernos mejor, y aprender a relacionarnos con nosotros mismos, el mundo y nuestros proyectos desde el respeto, la ternura y compasión.
Detrás de todos nuestros sueños, miedos, creencias y hábitos cotidianos… está tu potencial.
¿Te animas a descubrirlo?