La mayor verdad a la que debe enfrentarse un Líder, es que su equipo puede lograr el éxito sin él. Esta afirmación lejos de producir malestar, es una sensación de alivio para mucho de ellos, que afirman que les permite trabajar más ligeros.
Aunque es cierto que suelen surgir preguntas como: ¿Cuál es mi aportación entonces? ¿Qué obtengo yo, si el éxito es del equipo? El liderazgo con L es uno de los mayores actos de bondad de un ser humano. Y el Líder es un catalizador del desarrollo y éxito de su equipo.
La persona que se pone al servicio de los objetivos de la empresa, el desarrollo de su equipo logra VER el potencial de las personas, encuentra los puntos en común que puede potenciar en el equipo. Y con un poco de técnica puede ayudarles a que encaucen en una dirección nutritiva y satisfactoria.
Todos aquellos Líderes que he conocido, los de la L, han atravesado un proceso interno de autoconocimiento y autodesarrollo personal. Incluso me atrevo a decir,, que es un requisito intrínseco del verdadero liderazgo.
El pasado viernes el grupo del programa: Cómo liderar equipos de alto rendimiento vivieron una jornada intensa, el modelo de trabajo ya va tomando forma y han logrado experimentar el paso de la planificación a la propuesta. los líderes comprobaron la importancia del enfoque de un líder, cuando la meta es especialmente difícil y como su enfoque es fundamental para mantener el compromiso del equipo.
Aquí os dejo un breve vídeo de la jornada, no es especialmente estético pero refleja los momentos claves y el estado de ánimo de cada uno de ellos.