Un nuevo liderazgo está emergiendo, que nada tiene que ver con «ese líder mega- estimulado» o «estresado felíz» que se se viene promoviendo hace años.
Un liderazgo más real, ecológico, menos superman. No los detectas por las calles, ellos se mantienen conectados con su empresas y sus colaboradores mientras otros alardean de sus éxitos y su inteligencia emocional (aunque sólo intenten manipular las emociones de su gente).
Este líder le otorga un significado más amplio a la palabra abundancia. Valora el rendimiento, la eficacia y la vida personal de sus trabajadores. Para ellos es importante asistir a un acto del cole de sus hijos, y facilitar que su equipo también pueda hacerlo.
Este nuevo líder trabaja en su autoconocimiento y observación, sabe que transitar hacia esa nueva forma de liderar «más real, más humana» requiere tiempo, observación, conocer la gloria y la compasión así como las mezquindades que todos llevamos dentro.
Ya que valora su tiempo y su vida personal, cuida su tiempo, su planificación. Ya no buscan tantas técnicas para acercarse a su gente, sólo precisa acercarse de verdad y liderar desde adentro.
Distingues a esos líderes por las caras serenas de sus colaboradores, que no temen afirmar que son personas con un trabajo… en evz de trabajadores que ven pasar la vida, curiosamente sus resultados van en aumento! En sus empresas no siempre hay gimnasios chick como en Google, hay guarderías, flexibilidad horaria y otras iniciativas más cercanas a las necesidades reales de su gente.
Da gusto verles afirmar que «liderar es cosa de sentido común». Que no tienen grandes historias que contarte, pero si historias reales, de a pie de calle.
Son esos líderes de los que nadie escribiría en el New York Times, ni le dedicaría un libro. Pero son para mi, una verdadera fuente de inspiración.
A todos ellos, gracias!