Animada por una amiga, me decidí a escribir este artículo, fruto de todas las exposiciones de «hablar en público» que se realizan en el programa d
e Liderazgo que imparto.
Las presentaciones cortas en público tienen un alto impacto en el oyente, corregir determinadas muletillas, podrían devolver el brillo y protagonismo que tu servicio o producto se merece en una exposición.
1- Hablar durante la presentación de «en qué me diferencio», suelen ser argumentos que tienen poca fuerza, eso déjaselo a tu público y pon la fuerza del argumento en las características del servicio o producto, o de qué solucionas.
2- Dar muchos argumentos y no decir el precio, convencerles de que es una buena inversión. Prepara tu argumentación con tiempo, eso te dará seguridad, para que cuando llegue el momento puedas hablar y negociar precios sin tanta verborrea.
3- Utilizar palabras como «por un módico precio», «sólo tendrás que invertir», «por lo mismo que gastarías en un café», transmiten tu propia inseguridad a la hora de exponerlo. Y créeme, no tenemos ni idea de cuántas de esas frases se cuelan en cada discurso.
- Eres un expert@ en tu producto, vende eso.
- Organizar el discurso, en introducción, desarrollo y conclusión hará que la gente lo recuerde con mayor facilidad.
- Ensaya cada presentación, aunque sea una rutinaria, entrena la voz para que ponga fuerza en palabras claves del discurso.
- Si tu público es importante y te juegas mucho en esa presentación, haz ejercicios de calentamiento antes de salir. Serás mucho más espontáneo y tendrás más energía para conectar con la gente.
Y sobre todo, olvídate de «en qué te diferencias», y pon el foco en qué ofreces, casi siempre es lo único que quiere saber el público!
Espero que te sirva!
Hola Silvia,
Gracias por tus consejos. Estoy de acuerdo contigo, la clave es pensar en los términos en que lo hacía JFK; pregúntate qué puedes hacer por tus clientes.
Un abrazo.
José Ramón