El pasado lunes publicaba el artículo en La Voz de Almería “Cuando el líder no ocupa su lugar, la empresa va a la deriva” que puedes leer completo aquí. Quiero agradecer a todas las personas que lo leyeron y compartieron su punto de vista, motivo por el cuál decidí aclarar un poco más sobre este tema e invitarte a mirarlo en primera persona, ya que todos pasamos por esa fase en algún momento del año y conviene saber cuándo no estoy ocupando mi lugar en la empresa. Y es muy enriquecedor mirar hacia dentro y aprender a detectarlo en uno mismo antes de abordarlo hacia fuera.
Nuestro lugar en la empresa debería estar definido a través de diversas herramientas estructurales: organigrama, definición de puestos incluso podría estarlo a través de nuestra participación en un proyecto. Tus funciones, tareas y lo que la empresa espera de ti para ese año o proyecto debe ser claro y estar por escrito para que no de lugar a “interpretaciones subjetivas”. Conociendo el alcance de mi puesto y sus limitaciones, me hago consciente también del alcance y limitaciones de los demás en su puesto.
Una persona que sabe cuál es su lugar y lo ocupa con consciencia siente bienestar en su puesto.
Tiene una visión clara de su rendimiento y tiene relaciones saludables.
Hay varios tipos de liderazgo, a mayor rango en el puesto más influencia tendrá en cada uno de sus actos.
- Líder del puesto: cada persona es líder de su propio puesto, su misión es llevar a cabo sus tareas con excelencia y seguir creciendo profesionalmente para aportar cada vez mejores recursos internos al proyecto.
- Líder de equipos: Persona responsable de la coordinación y liderazgo de personas. Su principal función es impulsar el desarrollo del equipo, según el nivel de desarrollo del equipo lo hará de una forma u otra. Además, es líder de puesto.
- Líder organizacional: generalmente son líderes estratégicos, son los responsables de conectar a la empresa en el tejido social y empresarial y de impulsar las principales estrategias organizacionales. Coordina su cuadro de mandos y lidera “su puesto también”.
Principales motivos por los que no ocupamos nuestro lugar en el puesto.
- La estructura, dirección y procesos de la empresa no son claras o no están actualizados.
- El ideal que tiene la persona de su puesto no coincide con la realidad.
- Evita tareas complejas y se centra en las que ya ha interiorizado, aunque su puesto demande las primeras.
- Falta de orden y claridad interna de la persona que ocupa el puesto. Estrés.
Un apunte para la empresa en punto 2:
Muchas empresas en sus entrevistas de trabajo para un puesto hacen “promesas de crecimiento” que no son reales.
Este es un punto de partida también para la frustración futura y determinados conflictos en los puestos de trabajo.
- La experiencia de estos 11 años acompañando empresas me dice que el 50% de los conflictos de una empresa se superan sólo en la etapa de actualización de la estructura empresarial. El clima cambia, la gente ocupa su lugar cuando hay orden y definición interna. Ver pág. 20 de mi libro Ambientes de éxito en la empresa, cómo generarlos (Editatum).
- Hay que describir de forma específica y por escrito los puestos que ocupan las personas. De esta forma evitaremos expectativas muy altas, búsquedas de desarrollo o reconocimiento que no se encontrarán en ese lugar.
- Evitamos tareas complejas y nos ocupamos de tareas simples diarias. Es importante tener claro que algunas de nuestras funciones son complejas, es decir que requieren de un conjunto de procesos y habilidades coordinadas para llevarlas a cabo, y otras son mucho más sencillas. Coordinar equipos, crear estrategias y abordar conflictos son ejemplos de funciones complejas.
- La herramienta El análisis transaccional es la que más claridad nos puede aportar en este sentido. El padre, niño o adulto que llevamos dentro influyen de diferentes formas en nuestro puesto. Pudiendo enriquecerlo o limitar nuestro potencial y alejarnos de nuestro verdadero lugar.
El padre insano suele repetir” las cosas deberían ser de tal o cuál forma”. El niño suele fantasear con expectativas o buscar el reconocimiento fuera cuando podría aprender a dárselo él mismo. El adulto en cambio es consciente de su puesto, sus ventajas y limitaciones con respecto a sus expectativas y las regula. Te invito a ver el vídeo aquí. Leí una frase de Brigitte Campetier de Ribes muy clarificadora.
La empresa necesita de adultos dispuestos a trabajar por un objetivo diferente a ellos.
Hay mucha verdad en esta frase y la realidad diaria nos indica que hay demasiadas promesas que se saben no se cumplirán en las organizaciones, demasiadas expectativas con deseos propios que deben regularse. Pero en esa fricción imperfecta llena de pequeños conflictos es como vamos evolucionando y abriendo opciones hacia la evolución personal y organizacional.
Conclusión
Ocupa tu puesto, aporta, crece en recursos a nivel profesional y personal. Recuerda que eres parte de empresas imperfectas en pleno proceso de evolución y tu eres una pieza fundamental sea cual sea tu lugar.
Duda final
¿Y si no logro cubrir mis expectativas en el puesto?
Recuerda que ocupar ese puesto es siempre una elección, por placer o necesidad. Si tienes la opción de buscar algo acorde a tus expectativas, adelante. Si tienes que permanecer en él, busca otras áreas de tu vida donde desarrollar tu potencial.