Como líder de equipos puedes tener cientos de formaciones, herramientas y estrategias pero si no aplicas el pensamiento crítico en tus actos terminarás cambiando el traje a tus conductas habituales y seguirás cometiendo las mismas desviaciones.
Somos personas tricerebradas y nuestro cerebro reptiliano siempre buscará su zona de confort para actuar, esa zona de confort es hacerlas cosas con las mismas creencias que traemos incluso desdela infancia. El liderazgo nos reta a estar presentes, atentos y con foco en situaciones complejas. Trabajar desde el piloto automático nos hace «estar a gustito» moviéndonos sin esfuerzo pero la calidad de esas acciones nunca serán las mismas que cuando estás conectado con el neocortex atento a todo lo nuevo que surge.
Situaciones en las que es necesario conectar con un liderazgo activo con pensamiento crítico
En etapas del trimestre donde hay que planificar y coordinar con equipos diversos.
Al preparar/ iniciar reuniones de alto valor.
Cuando tienes que corregir algún desvío de conductas o proyecto en la empresa.
En una negociación.
Situaciones donde puedes trabajar en piloto automático
Cuando llevas a cabo tareas que ya han sido planificadas.
Cuando has jornadas estables de tarea rutinaria.
Después de una negociación donde todo está acordado y sólo hace falta hacerlo.
Elementos que interfieren en un Liderazgo activo
Los modelos tradicionales de gestión.
Los modelos tradicionales de gestión en cascada se caracterizan por la desconexión entre lo que se planifica y lo que finalmente de ejecuta. Esta costumbre está tan arraigada en algunos líderes que aún comprobando la ineficiencia del modelo se resisten a evolucionar a modelos más ágiles y eficientes.
La búsqueda de rapidez.
«Si quieres llegar rápido ve solo», es la creencia que impulsa esta forma de actuar. Pero las evidencias demuestran que el resultado de una gestión individual en cascada es muy pobre y no produce adherencia psicológica en las personas.
«Si quieres lograr grandes metas hazlo acompañado y coordinado desde el inicio».
La elección tradicional de enfoque empresarial.
El comportamiento de mercados y clientes finales evoluciona a un ritmo apasionante. Son muchos los líderes de equipo que siguen teniendo como enfoque principal la productividad, las ventas, la rentabilidad. Estarás de acuerdo conmigo que son factores muy importantes en la empresa pero también, que deberían ser la consecuencia de un foco más evolutivo e inteligente.
Desarrollar mejores entornos de trabajo, aportar valor a las personas y al cliente acompañado de una excelente estrategia te dará eso como consecuencia.
«El éxito es la consecuencia de haber dado un buen servicio o producto al cliente»
Creencias no actualizadas de dirección.
El exceso de control en las personas y no en los procesos.
No tener clara su aportación de valor en el puesto: «Tráeme soluciones no problemas», suele ser una frase de alguien que no tiene claro su aporte al equipo.
Que lo que se decide en dirección se tiene que poder lograr en operaciones. La distancia entre su visión y los recursos reales de otras áreas es tan grande, que no se planifican objetivos realistas.
Que la calidad de su liderazgo no tiene que ver con los problemas reales del equipo/ empresa.
Un líder debe contar siempre con alguien que sea su espejo
Los puestos operativos tienen más posibilidades de crecer y corregir actitudes y creencias porque hay muchas personas velando por su desarrollo. Los puestos de liderazgo son más solitarios y necesitan contar con herramientas de autoobservación, desarrollar pensamiento crítico y rodearse de personas que sepan hacer de espejo.
Los modelos de planificación si se usan con curiosidad pueden servir de diagnóstico de muchos aspectos del liderazgo y el equipo. ¿Dónde no salen las cosas? ¿Por qué ocurren ciertos desvíos? Si te atreves a mirar esas métricas con curiosidad encontrarás un mapa muy preciso del liderazgo actual en la empresa.
Los procesos de coaching ejecutivo son una excelente herramienta para alinear los retos del líder con sus habilidades y creencias actualizadas.
Somos nuestros grandes desconocidos, lo que podría indicar que el 60% de lo que hacemos en nuestro puesto de trabajo tiene sesgos inconscientes que producen distorsiones entre lo que el equipo necesita y finalmente aportamos. O entre lo que inicialmente deseábamos lograr y hacia donde dirigimos la atención por costumbre.
Te deseo un gran fin de semana.