Continuamos con la segunda parte de La actitud de un profesional, ahora vamos a mirar un momento por dentro qué es lo que ocurre en la otra parte de la organización, en aquellas personas que tienen equipos que desarrollar, liderar y que a veces se encuentran con situaciones bastantes complejas por afrontar.
A estas alturas, no cabe ninguna duda que cuando hablamos de Liderazgo, hablamos de servir.
Cuando te centras en lo que el otro necesita (tu equipo, compañeros etc), y eres capaz de acompañarle a alcanzarlo, la excelencia es el resultado.
¿Pero, que es lo que ocurre durante ese proceso, para que un vendedor termine quemado, un director desbordado, agentes externos utilizando técnicas poco éticas, sabiendo que eso no lleva a la excelencia?
Qué pasa a los Líderes, que con sus mejores intenciones de inspirar, apoyar y motivar, terminan la mayoría de las veces dejando un segundo mensaje a su gente de: «te pido más esfuerzo, más compromiso, más, más más…
Me voy a atrever a lanzar una hipótesis, abierta a quien no esté de acuerdo y sobre todo abierta a seguir investigando sobre ella:
Y es que existen diferentes niveles de crecimiento emocional, a mayor crecimiento, mayor será lo que puedo aportar. Los he definido en siete escalas, empezando por la más baja, y suelo consultarlas cuando me veo en una dificultad, situándome en la escala que creo que estoy para poder establecer un plan de acción, partiendo de esa premisa.
También es una escala (flexible con sus matices en cada situación y persona), que puede orientar bastante al Coach o directivo que está acompañando a un/a colaborador/ a en la mejora de su desempeño. Establecer dónde se encuentra junto a la persona, y comenzar el proceso de desarrollo a partir de ahí hace que sea mucho más efectivo el acompañamiento.
Veamos las fases de este proceso de crecimiento, desde su nivel inferior al máximo nivel de crecimiento:
1- No se lo que necesito, sólo conozco lo que tengo que hacer y lo que siento (más o menos) con lo que hago cada día.
2- Necesito un trabajo donde pueda crecer y expandir mis habilidades.
3- Soy responsable de mis estados emocionales dentro y fuera del trabajo. También de asegurarme de que mi trabajo quede bien hecho.
4- Quiero aportar, participar en cambios. reconozco mis motivaciones y las de otros. Puedo convivir con diferentes tipos de personalidades.
5- Reconozco mis comportamientos automáticos y mis necesidades internas. Puedo expresarme con asertividad y ser una parte activa a nivel tareas, rendimiento y relaciones dentro de la empresa.
6- Me resulta seguro mostrar mis áreas de mejora y trabajo por reconocer mis comportamientos automáticos.
7- Soy parte del cambio, puedo aportar ideas y mejoras. Y también manifestar cuando algo va en contra de mis valores o los de la empresa. estoy alineado con la visión de la empresa y la de mi equipo. Confío en mi y en los demás.
Sólo cuando voy conociendo, gestionando y cubriendo cada una de estas escalas, estoy en disposición de aportar más y mejor. Y es entonces, cuando el Liderazgo aparece (no se busca el liderazgo, se busca el desarrollo)de forma nítida, siendo una consecuencia de un crecimiento emocional consciente (sumado a otros procesos que trataremos en otros post).
En qué parte de esta escala te identificas, hasta donde quisieras llegar?
Nos encanta leer tus experiencias, quieres compartirlas?
En Wings Coaching acompañamos a Líderes en su desarrollo , a través de procesos de Coaching y programas formativos, para ellos y sus equipos.
Consulte el mejor programa para que su equipo suba al siguiente nivel!