¿Motivación? No gracias.

Hola!

Business team celebrating a triumph
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¡Cómo me gustan los domingos para sentarme un ratito a indagar en mis inquietudes, en lo que me apetece compartir antes de empezar la loca rutina diaria!

Hoy quiero hablar de un concepto que creo se está usando para demasiados significados que poco tienen que ver con este vocablo.

Entiendo la Motivación como el motivo  o estado que causa el movimiento hacia algo. Y podemos distinguir dos tipos: motivación de inicio y motivación para la tarea.

Desde mi punto de vista la primera es más sencilla, volátil y donde menos te la juegas. Requiere de un objetivo o motivo, darles vueltas, soñar, imaginar etc. Si bien es una parte importante, que impulsa nuestras acciones, no creo que sea la que trae de cabeza a miles de personas y organizaciones.

La segunda, es más real. Se compone de varios procesos que no siempre se apoyan en las emocioens ni en la imaginación de aquello que soñamos. Y en ella intervienen de forma directa o indirecta nuestras creencias personales, recursos etc.

Algunos de estos procesos son:

1- La capacidad de postergar la recompensa.

Desarrollar esta capacidad requiere de inteligencia y madurez emocional. El poder continuar con la tarea, aún sabiendo que sólo es una pequeña parte del largo proceso que nos acercará hacia ese objetivo.

2- Tolerancia a la frustración.

Para continuar avanzando, es necesario aislar la atención de muchos otros aspectos y centrar toda la atención en tareas lineales, que por si mismas muchas veces no satisfacen emocionalmente, sin embargo, son absolutamente necesarias para avanzar de forma contundente.

3- La emoción  no es parte inicial de la motivación.

No concibo la emoción como parte inicial de la motivación (al menos por norma general). No imagino un equipo de fútbol festejando locos de alegría antes de que inicie la liga. Más bien tengo una imagen de equipo centrado, prudente, atendiendo detalles técnicos y físicos. La verdadera emoción llegará después, cuando hayan dado lo mejor de sí mismos.

4- Uno de los procesos más misteriosos y fascinantes de la motivación tienen que ver con «conocerse a sí mismos».

Sólo necesitas una meta, un camino, y tu motivación te mostrará muchas de las creencias que condicionan tu vida.

  • ¿Te produce expectación y ganas de ir hacia la meta? O por el contrario, aunque lo deseas con todas tus fuerzas, el sólo pensar en ella te paraliza?
  • ¿Confías en tí, en las personas y la vida para avanzar por caminos inciertos hacia tu meta? O, por el contrario es cuando peor te tratas, recordándote la escasa valoración que tienes de tus propias capacidades.

Créeme…

Vas a necesitar mucho más que un subidón de emociones para ponerte en marcha y transitar ese camino de forma saludable.

Creo que la motivación surge, cuando nosotros quitamos obstáculos, con cada paso que damos. Personalmente soy una fans de a frase «que la motivación/ inspiración te encuentre trabajando».

Por eso, cuando alguien me pregunta si yo motivo a los equipos: «NO»

Si después de mis cursos sale la gente muy motivada: NO LO SE, no es mi objetivo.

Yo sólo les acompaño a identificar y eliminar obstáculos.

A mirarse e identificar su potencial, y conectar con él.

La motivación surge por sí misma, de un modo juguetón, cuando ya nadie la necesita ni la espera, en medio de ese fascinante proceso de «empoderamiento».

Gracias, feliz domingo!

 

 

1 comentario en “¿Motivación? No gracias.”

  1. Muy buen artículo, todos tenemos una meta sin embargo es fácil caer en la rutina y desidia, lo que nos hace perder la motivaión…. Está bien ser conscientes de que esto ocurre y de que la motivación es importante pero la constancia y el método lo son más aun. Saludos.

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