El talento se va de la empresa porque es explotado.

Porqué se va el talento de la empresa y cómo retenerlo es uno de los temas de mayor interés en muchas organizaciones. Son muchas las teorías que se exponen en seminarios y redes sociales pero pocas veces se ha logrado tener testimonios reales de los protagonistas.

-«El talento se va de la empresa porque es explotado»

Así de rotundo fue el testimonio de Ana, con la coincidí en curso de Liderazgo y acababa de «despedirse» de su puesto de directiva. Comparto con vosotros su testimonio, que coincide con el de muchos otros profesionales que terminan buscando otras salidas a tanta presión.

Ana:

«La semana pasada informé a la empresa de que me iba y estoy realmente tranquila, asustada pero tranquila»- un largo suspiro acompaña esta afirmación, mientras mira al suelo.

-No hay límites a la hora de pedirte más y más, el tema del potencial humano se ha confundido con «a explotación humana». Claro que a cambio obtienes reconocimiento y privilegios económicos, pero a la larga no se puede sostener. Yo daba y daba más de mi, esperando a que en un momento dejaran de pedir tanto, pero no: El dar lo mejor de ti (es decir todo) se ha convertido en una exigencia diaria en estas grandes empresas, no desconectaba ni al llegar a casa.

Yo perdí la conciencia de cuál era mi límite, dejé de DECIDIR cuánto era lo que iba a entregar a la empresa de mi talento y cuánto era parte de mi parcela privada. El resultado ha sido, que aún siendo una directiva reconocida económica y socialmente no pude más y me despedí la semana pasada.

El caso de Ana no es un caso aislado, y son ambas partes las que pierden si no se detecta a tiempo cuál es el límite de la relación laboral. Y esta empresa en particular nunca sabrá el verdadero motivo, porque Ana no lo comunicó.

La empresa pierde a sus mejores profesionales sin saber muy bien porqué (ambos desconocían el límite que había que mantener por un lado y no sobrepasar por otro). Y si tiene peor suerte, mantendrá en su plantilla a un gran talento que e irá «quemando» poco a poco y caerá en la ineficiencia y resentimiento inconsciente.

El profesional, si lograra detectar su límite profesional saludable, a tiempo podrá comunicarlo a la empresa y negociar condiciones que sean equilibradas para él, la empresa y su rentabilidad. No es tarea fácil, pero sugiero intentarlo antes de despedirse sin más, en muchos casos hubiera sido un buen cambio de paradigma dentro de la empresa y se hubiera comprobado que el rendimiento es mejor si se respetan los límites.

Para que los viejos paradigmas empresariales (inconscientes) evolucionen, se necesita de la interacción de ambas partes, no siempre es la mejor elección «despedirse». Y como profesional aclarar:

1º Qué quiero y qué estoy dispuesto a aportar.
2º Establecer los límites de actuación (hasta dónde estoy dispuesto a llegar).
3º Comunicarlo de forma clara y honesta.
4º Negociar las condiciones de la relación profesional (la mayoría de los profesionales se van por no atreverse a negociar).

Esto ayudará a dar pasos más firmes hacia ese WIN WIN que tanto se menciona, pero que escasas veces se sabe cómo llevar a cabo. 

Te deseo feliz semana, y que la comunicación y la escucha «verdadera» sean las principales herramientas para que el talento quiera permanecer en tu empresa.

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